El Chi Kung es una técnica de desarrollo personal que nos ayuda a mejorar nuestra salud por medio de la combinación de ciertos movimientos suaves, la relajación y respiración.
Así, por medio de estos movimientos y estos trabajos de respiración lenta se logra mejorar la flexibilidad, la conciencia corporal y la concentración. Nuestro organismo se llena de energía, la cual, a su vez, aumenta nuestra vitalidad. Nos induce a un estado relajación en el que somos conscientes de cada uno de nuestros movimientos, de nuestro interior y del contacto con el entorno.
No obstante, aunque es una practica muy popular en China, no está tan extendida en otros lugares y son muchos los que conocen los innumerables beneficios que puede aportarnos para nuestra salud mental y física.
Si quieres averiguar como puedas aprovecharte de ella, sigue leyendo toda la información que nos ha proporcionado el equipo de profesionales en mindfulness y meditación de Inspirare.
¿De qué se trata el Chi Kung?
El Chi Kung (o Qui Gong en chino romanizado) significa control, dominio o arte de la energía y busca alcanzar cuatro objetivos principales: salud, buena forma física, longevidad y cultivo de nuestras propias facultades.
Se trata de un tipo de gimnasia energética que fortalece el cuerpo y la mente distribuyendo de forma equilibrada energía por todo nuestro cuerpo. Para alcanzar el máximo potencial de la práctica debemos combinar los movimientos, con la respiración y nuestra concentración hasta que lleguen a un estado de armonía.
Los movimientos que se realizan en esta práctica deben ser lentos, la respiración suave y profunda, mientras que nuestra mente debe permanecer tranquila y concentrada. Igual de importante es tener consciencia de que la persona que realice la practica no solo está formada por un cuerpo físico, sino también por mente y espíritu, y que la mejora que se busca debe incluirlos a los tres, traduciéndose en un cuerpo fortalecido, una mente en paz y un espíritu elevado.
Para realizar dicha practica siempre se recomienda ir a algún lugar abierto, mejor si es en la naturaleza, y puede hacerse en cualquier momento, aunque los expertos dicen que la salida del sol el momento más apropiado y que se considera como la hora de la energía creativa.
La importancia del Chi
El chi en China, ki en Japón, y prana en India, es la energía que llena el universo y se encuentra en el cielo, la tierra y los seres vivos. La filosofía oriental considera que esta energía se encuentra presente e influye directamente en todas las cosas.
Así, a ella se le atribuye los sentimientos de bienestar, cuando goza de equilibrio y armonía, o enfermedades y dolencias, tanto físicas como mentales, cuando necesita ser realineada. El chi a veces puede desalinearse, causándonos variedad de problemas, debido a un bloqueo energético a raíz de la mala alimentación, nuestro estilo de vida, el estrés, o un sobreentrenamiento… Y es el mismo individuo el único capaz de realizar los ajustes necesarios para mantenerlo en equilibrio.
Así, uno de los métodos recomendados es el Chi Kung, ya que nos permite dirigir la energía a la zona que lo necesita y que fluya de forma natural.
En otras palabras, el Chi es el agua de un río que no puede empujarse hacia un lado u otro, pero que si puede encausarse y favorecer su flujo, eliminando cualquier obstrucción en su camino.
El cuerpo dentro del Chi Kung
Otro concepto importante dentro de la práctica del Chi Kung es el del cuerpo. El Chi Kung necesita que el cuerpo esté relajado y equilibrado para que la mente pueda concentrarse.
Para lograr este estado de relajación, debemos adoptar una posición cómoda cuando nos movemos o estamos de pie; en segundo lugar una relajación de músculos y tendones de la cual la mente sea completamente consciente y por último una relajación de órganos internos. Así al lograrlo, podemos sentir nuestro cuerpo, entablar un dialogo con él y con nuestro ser interior, conocernos y eliminar cualquier obstáculo que nos esté dificultando fluir.
Aquí también es importante el concepto de enraizamiento, el cual se refiere a la conexión con la energía de la tierra. Esto porque afecta nuestros movimientos, ya que, por ejemplo, las piernas deben estar flexionadas y las plantas de los pies bien plantadas en el suelo. Debemos bajar el centro de gravedad, de forma que el chi se asiente y entre en el «tan tien» (centro de energía vital de nuestro cuerpo) y en los centros de energía situados en las plantas de los pies.
A partir de allí podemos desarrollar nuestra raíz, la cual, al igual que lo hace con los árboles, nos darán estabilidad, nos ayudará a mantenernos unidos al suelo, y a la tierra que transmite la chi, sin miedo a perder el equilibrio.
La respiración
Oro aspecto fundamental en la práctica del Chi Kung es la respiración. Esta debe ser suave y natural, para lo cual debemos mantenernos en calma, ya que la respiración se ve directamente afectada por nuestras emociones.
Por ejemplo, cuando nos enfadamos, nuestra respiración se incrementa. Lo mismo pasa si estamos tristes. En cambio, al estar calmados nuestra respiración se mantiene equilibrada.
Así, lo principal es calmar la mente, también respirando. Esta respiración debe ser más o menos profunda, sin inspirar al máximo, permitiendo que los músculos cercanos se tensen. Entonces, llenaremos nuestros pulmones al 70 % de capacidad aproximadamente, y luego distribuiremos la energía desde el “tan tiene”, todo mientras nos mantenemos en absoluto silencio y buscando la concentración y la serenidad.
Por último, en los momentos en los que estamos practicando los movimientos del Chi Kung, la respiración debe seguir la siguiente norma: cuando el cuerpo está recogido se exhala y al tomar aire se extiende el cuerpo.
La mente
Además, del cuerpo y la respiración, también entra en juego la mente. Durante la práctica del Chi Kung la idea es no pensar y olvidarnos de los problemas para encontrar la paz.
Para lograrlo, debeos hacer un trabajo consciente de intentar detener nuestra mente en sus pensamientos y concentrarnos, hasta que el chi esté bajo control y no estemos malgastando nuestra energía, la cual más bien debe estar fluyendo libremente por todo nuestro cuerpo.
Así, debemos dejar los pensamientos con una sonrisa interior, la cual es esa que ponemos cuando algo nos agrada y que le obsequiamos a todos nuestro cuerpo, llenando cada rincón de alegría y serenidad y abriéndonos a la recepción y circulación de energía, sin que ninguna preocupación no cierre o bloquee.
El espíritu
El espíritu solo recibe las bondades del Chi Kung: la intuición y la voluntad se estimulan; aumenta la oxigenación, mejora la memoria y la concentración; y se despierta un interés por la espiritualidad, lo cual favorece a su vez la claridad mental, que es la que nos hace cambiar todos esos problemas por los que pasamos.
Los movimientos del cuerpo
Por último abordamos a los movimientos del Chi Kung. Estos, como hemos dicho anteriormente, son lentos, suaves y fluidos. No debe haber rigidez o estancamiento de energía, ya que se considera en esta práctica lo que defendía Lao Tse (1998:179): «En verdad ser rígido y duro es el camino de la muerte. Y ser suave y flexible es el camino de la vida». Así, estos movimientos más bien están muy conectados con la quietud
El objetivo de realizar movimientos tan suaves es que se permita el flujo de la energía por todo nuestro cuerpo. Además que así es que podremos realizar un inspiración y espiración profunda, lenta y armónica, lo que a su vez favorecerá el estado de concentración que requiere la práctica.
La transición de un paso a otro se realiza sin movimientos bruscos y sin prisas. Además, al flexionar y extender los miembros, los meridianos se estiran y tensan, llenando de energía todo el cuerpo, mientras que en las aperturas exhalamos esa energía. Todo esto como un masaje que ayudará a que la energía circule por los meridianos, a la movilidad de las articulaciones, a la flexibilidad, y la consciencia del propio cuerpo.
El Chi Kung como ejercicio
Aunque hemos hecho mucho énfasis en el trabajo de la respiración, la concentración y el espíritu, no podemos olvidarnos de que se trata de un ejercicio. Lento y suave, sí, pero un ejercicio. Puede ser visto más como una gimnasia suave que nos ayudará a mejorar y mantener un óptimo estado de salud.
Igualmente, por medio de esta práctica trabajaremos los músculos y haremos estiramientos, fortaleciendo nuestro cuero, músculos, tendones y articulaciones, así como dotándoles de flexibilidad y permitiéndoles llenarse de la energía que estará fluyendo por todos lados de nuestro ser interno.
Lo mejor de que estos movimientos sean tan lentos es que se pueden controlar mucho mejor, disminuyendo el riesgo de sufrir lesiones.
Beneficios del Chi Kung
Por último, te mencionamos todos los beneficios que puedes obtener de esta práctica de cuerpo, mente y espíritu:
- Mejora la resistencia
- Fortalece el sistema osteoarticular.
- Regenera la energía y la hace circular por todo el cuerpo
- Aumenta la capacidad respiratoria.
- Aumenta la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones.
- Mejora la concentración y la resistencia en el trabajo.
- Reduce el estrés.
- Mejora nuestra salud en general.