¿Es realmente buena idea ponernos una ortodoncia a partir de una edad?

Últimamente parece que cada vez más personas mayores de 45 o 50 años están reflexionando acerca de la idea de ponerse ortodoncia, y sin duda, el tema está dando de qué hablar. Es cierto que es admirable querer mejorar la salud bucal y la estética, aunque la realidad es que a ciertas edades, no todo es tan positivo.

Para empezar, hay que tener en cuenta que el tratamiento ortodóntico no es un proceso simple ni rápido; de hecho, si ya has pasado por la experiencia de tener brackets en la adolescencia, sabrás de sobra que ésta puede ser una travesía larga y a veces muy dolorosa (sobre todo por las llagas): ahora, imagina lidiar con todo eso cuando tu vida está llena de responsabilidades y tu cuerpo ya no se recupera con la misma facilidad que cuando tenías quince años, no es lo mismo, ¿verdad?

La sonrisa es muy importante para todos, y es normal que queramos vernos bien y tener una sonrisa perfecta, ya que sonreír rejuvenece, tal y como menciona Ortodoncia Gran Vía 51 ¡pero debemos ser realistas y coherentes con nosotros mismos!

La realidad es que el cuerpo cambia con la edad, y la boca no es la excepción. Los dientes y las encías pueden no estar en las mejores condiciones para soportar la presión y el movimiento que implica un tratamiento de brackets; además, por lo general, las personas mayores tienden a tener problemas periodontales, que son enfermedades de las encías, y éstos pueden complicar mucho el tratamiento: la ortodoncia puede poner estrés adicional en dientes y encías que ya están luchando, y en algunos casos, puede hacer más daño que beneficio.

Otro punto a considerar es el impacto social y profesional de tener ortodoncia a una edad más avanzada. A los 45 o 50 años, muchas personas están en puntos altos de sus carreras y tienen una vida social muy activa; en esta vida social, los brackets pueden ser poco discretos de llevar, dando como resultado críticas y miradas indeseadas por parte de otras personas (sobre todo en el caso de los brackets metálicos, que no son precisamente discretos). Los alineadores transparentes son una opción, pero también requieren una gran disciplina y pueden no ser aptos para todos los casos. Además, la incomodidad de tener algo en la boca todo el tiempo y las restricciones alimenticias son cuestiones que no se pueden ignorar.

Siguiendo en ese punto, la paciencia y el compromiso necesarios para seguir un tratamiento ortodóntico también son factores cruciales. Los adultos mayores tienen agendas apretadas y pueden encontrar difícil dedicar el tiempo necesario para las citas frecuentes con el dentista; y por si fuera poco, los tratamientos suelen durar entre 18 meses y tres años ¡lo cual supone un largo camino para estar lidiando con molestias y ajustes constantes!

Además, hay que pensar en los resultados. Los dientes de una persona mayor pueden no responder tan bien a la ortodoncia como los de alguien más joven, ya que el hueso alrededor de los dientes se vuelve más denso y menos flexible con el tiempo, lo que puede hacer que los movimientos dentales sean más lentos y menos predecibles. Al final del tratamiento, puede que los resultados no sean tan perfectos como se espera, causando una gran frustración en la persona tras años o meses de esfuerzo y sacrificio.

Un aspecto que también es importante tener en cuenta, es el aspecto psicológico. La presión por tener una sonrisa perfecta a ciertas edades puede verse influenciada por las redes sociales y la cultura actual, ya que hoy día se valora demasiado la apariencia física. Debemos entender, que la autoestima no debería depender únicamente de cómo se vean nuestros dientes; en esta etapa de nuestras vidas es crucial aceptar las arrugas y los cambios que vienen con la edad, ya que es una parte natural de la vida. Antes de sufrir de forma “innecesaria” es importante entender que la autenticidad y la seguridad en uno mismo pueden ser mucho más atractivas que una sonrisa artificialmente perfecta ¡no lo olvides!

Por supuesto, no todo es negativo. Hay algunos casos en los que la ortodoncia para adultos mayores puede ser muy beneficiosa, sobre todo si existen problemas serios de mordida, o si se necesitan ajustes antes de otros procedimientos dentales, como la colocación de implantes.

Sea como sea, antes de tomar esta decisión, es muy importante tener una conversación sincera con un dentista de confianza, ya que sin duda sólo él puede analizar de manera honesta las condiciones específicas ante las expectativas de su paciente.

Así que, antes de apresurarse a ponerse brackets a los 50, pregúntate si realmente vale la pena. Puede que la mejor decisión sea simplemente sonreír tal como eres y enfocarte en mantener la salud bucal de la manera más cómoda y natural posible. Al final del día, una sonrisa sincera y tranquila siempre será la más hermosa, sin importar cómo de alineados estén tus dientes.

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