No es que yo sea una persona que se pase el día pensando en la decoración ni mucho menos pero desde que me mudé y reformé el piso a mi gusto tengo un sueño que no creo que vaya a cumplir nunca. Por aquella época descubrí un montón de revistas online, y físicas, sobre decoración, reformas e interiorismo y ahora no puedo dejar de mirarlas. Es como si me hubiera aficionado a ellas y sean mi droga. Si no les hecho un ojo, aunque sea por encima, una vez a la semana, se me mete en la cabeza la idea de que aún no he visto las fotos de las casa de revista que aparecen y no puedo dejar de pensar en eso.
Llamadme loca, u obsesionada, peso desde entonces es mi nuevo hobbie y no puedo evitarlo. Prefiero eso al fútbol la verdad. Además, como en su día solo pude redecorar como yo quería le salón y la habitación de matrimonio pues no puedo dejar de coger ideas para cuando reforme la oficina, o el baño por ejemplo.
En esas revistas conocí el trabajo de muchísimos interioristas pero mi sueño desde entonces es que este diseñador de interiores de lujo en Alicante venga un día a darle una vuelta de 360º a mi casa. Lógicamente no puedo permitírmelo pero después de ver su trabajo me muero por tener algo suyo, aunque solo sea el diseño de una estancia.
Mientras sueño, lo que sí veo más viable es reformar por fin esa oficina de la que os he hablado y mejorar un poco la eficiencia energética dela vivienda. Y es que cuando nos mudamos pudimos cambiar toda la instalación eléctrica y la de fontanería para mejorarla y adaptarla a los nuevos tiempos, también hicimos la cocina nueva entera y, como ya os he adelantado, redecoramos salón y dormitorio, pero el presupuesto se nos acabó ahí y hay algo muy importante que se nos quedó en el tintero: las ventanas.
Cerramientos eficientes
Cuando vimos el piso y decidimos comprarlo no pensamos, en ningún momento, en cambiar los cerramientos porque eran ventanas correderas de PVC blancas y parecían modernas así que pensamos que este apartado de reforma no sería necesario. Craso error. Son unas ventanas finísimas, que no cierran herméticamente y con un cristal que parece de papel de fumar. Conclusión: en invierno nos pelamos de frío hasta el punto de que si nos sentamos cerca de una ventana, por muy cerrada que esté, notamos la corriente helada del exterior.
El caso es que ahora, tres años después, no nos queda otra que invertir en cerramientos mucho más eficientes que los que tenemos ahora y aunque es algo que es muy importante la realidad es que no me hace ninguna ilusión.
Soy una egoísta, lo sé, pero como lo que me gusta es la decoración, pensar en meter tanto dinero en algo que no se va a notar estéticamente hace que se me lleven los demonios. Obviamente, otra cosa es que reconozca la necesidad de hacerlo y la ventaja que tendrá estar calentitos en invierno gastando mucho menos en calefacción que lo que venimos gastando hasta ahora.
Vamos a instalar estas ventanas de PVC Replus en toda la casa. Es una de las marcas que más nos han recomendado y como las hacen a medida nos aseguramos de que encajen a la perfección en el hueco de nuestras ventanas. No os voy a hablar de presupuesto pero ya os adelanto que barato no es.
Igual si tienes tres o cuatro ventanas pues la cosa no se eleva tanto pero en nuestro caso necesitamos dos puertas correderas de balcón, dos ventanas enormes (de unos 2 metros de largos cada una) y tres ventanas normales de 120 centímetros de largo por unos 90 de alto. Es decir, muchos cerramientos y muuuuy grandes. Pero bueno, lo mismo nos pasó cuando quisimos poner mosquiteras… si quieres luz, y la posibilidad de tener un buen sistema natural de renovación de aire es lo que tiene.
Eso sí, ya que las cambio voy a ponerlas de un acabado que, aunque es PVC, simula la madera. Me encanta esa idea.
Y por supuesto, como no puedo llamar a mi decorador favorito, ya tengo en mente lo que haré en la oficina.
Dividir espacios
Tenemos que entender que hablamos de una oficina bastante grande y que somos dos los que solemos usarla de pos sí casi a diario. Si a eso le añadimos que nuestra hija no tendrá ordenador en la habitación sino que para hacer deberes tendrá que usar el de la oficina (es un acuerdo al que hemos llegado) la cosa se complica un poco así que ya no parece un espacio tan grande como aparenta en un primer momento.
Tenemos dos estanterías enormes, tipo librería con mucho fondo, repletas de libros y claro, eso también quita mucho espacio así que mi idea es la siguiente ¿y si en una misma estancia dividimos los espacio de alguna manera para crear un espacio de lectura con una buena butaca, una mesita con luz y las estanterías por un lado, y un amplio escritorio corrido con los dos ordenadores que necesitamos en el otro lado? Así, no nos agobiaríamos tanto al ver las paredes cubiertas ya que en la oficina podríamos tener todo despejado.
Mi idea es utilizar las típicas celosías cerámicas o algo similar para dividir el pequeño rincón de lectura de lo que sería el resto de la oficina. En Cerámica para Arquitectura he visto un modelo, el CLS 003 en blanco, que me ha encantado. También creo que podría quedar muy bien en negro (es más económica) pero ya que nos ponemos, nos ponemos, y con el blanco sé que vamos a triunfar. Además tampoco se trata de crear un muro enorme con celosía como si pretendiera hacer dos habitaciones de una, no es eso. Lo que quiero levantar es como un tercio de ancho de lo que mida la habitación de largo, es decir, muy poco. Prácticamente será como medio metro de ancho por los 2,10 de alto que mide hasta el techo. En otras palabras, quedará medio escondida la butaca con la mesita de noche pero las estanterías se seguirán viendo desde la entrada aunque se marcarán los dos espacios bien diferenciados gracias al efecto de las celosías.
No sé si es la idea perfecta pero ahora mismo es la que tengo en mente y la que pienso poner en práctica dentro de un par de meses, cuando pille las vacaciones.
¿Qué me quedará entonces? Pues el baño, la alacena (que también pretendo reformarla) y la habitación de la peque que tiene muebles en buen estado, pero reutilizados, y quiero hacerle algo más moderno y duradero.
Poco a poco lo tendré todo hecho y tal vez, cuando acabe, vuelva a empezar…. Nunca se sabe.