No sé por qué siempre he pensado que beberte una copita de vino esa cool. Puede que sea porque en casa, los fines de semana, nos bebíamos alguna que otra cervecita fresquita y solo sacábamos el vino en Navidad o días especiales, la verdad es que no lo sé, pero tengo muy estereotipada a la persona que bebé vino de forma más o menos asidua. No hablo de alcohólicos de tetrabrik, ni siquiera de la persona que bebe a diario un vaso con las comidas, hablo de esa gente que se compra una botella para la cena del sábado y se la bebe en copa de cristal elegante. ¿Es cool o no?
Por cierto, para quien no lo sepa, cool podría traducirse como “guay” pero no uno cualquiera, sino un “guay elegante”.
¿Os habéis fijado en que muchas series americanas la protagonista acaba el día con una copa de vino y un buen libro en el sofá de su casa, o directamente en la cama? Si veis “The Good Wife” lo sabréis de sobre para no es en la única serie en la que pasa, os lo puedo asegurar.
Y el caso es que ahora que lo he probado sienta muy bien. Me pongo una copita de vino, no demasiado, solo lo suficiente, cojo un buen libro y me meto en la cama a leer mientras doy pequeños sorbos a la copa. Solo me faltaría llevar un bonito pijama de adultos en lugar del mío de Winnie de Pooh y ya sería todo redondo ¿verdad?
Pues en realidad todo eso no es más prejuicios que hacemos como cuando alguien va vestido de una u otra manera y le achacamos una personalidad solo por ese look. Quien bebe vino vestido de forma elegante es cool, y quien bebe se bebe una lata de cerveza en vaqueros es cutre. Es una asociación de ideas y no podemos evitarlo, es lo que nos ha enseñado la sociedad.
Sin embargo hay cervezas que son de alto standing, que quede claro, y vinos que son muy cutres (y no hablo de Don Simón), así que en realidad todo depende del prisma con que se mire.
Pero el caso es que yo he pasado de beber una copa de vino blanco una vez al año, en Navidad, a hacerlo mucho más a menudo y de blanco, espumoso, rosado o tinto.
Por ejemplo, me gusta mucho el Marina Alta de Bodegas Bocopa, pero también compro a veces Ribeiro, Albariño e incluso Txakoli. Este último es un vino que no había probado nunca hasta hace unos meses y que he descubierto que me encanta.
Con los tintos lo llevo peor porque no los conozco y suelen tener un sabor mucho más fuerte que a mí me cuesta, pero en realidad he probado alguno que está muy bien y la parte negativa es que no me he quedado con el nombre ni con el tipo de uva utilizada así que… no sé qué debo comprar.
Cervezas Gourmet
Volviendo al tema de lo que es cool y no lo es, se me ha ocurrido buscar “cervezas gorumet” en Google para ver qué resultados obtenía y según El Corte Inglés, una cerveza gorumet es la Lagermaster. No sé si habéis visto la botella de esa cerveza pero sale una especie de alce con unos cuernos gigantes, tan fornido que si no fuera por los suerbos pensarías que es un toro, vestido con una camiseta de motero, un tatuaje en el brazo y una jarra de cerveza en la mano.
Probablemente estará buenísima, no lo dudo, pero ¿cómo puede ser una bebida que se empaque en esa botella cool? Será una cerveza fuerte o macarra pero ¿cool o gourmet? Yo creo que no. De hecho muy pocas cervezas de las que aparecen como “gourmet” en la web de El Corte Inglés tienen una botella que pueda pasar por elegante a la par que guay, tal vez la cerveza roja Ambiciosas Ambar 10, la Arriaca, la Mica y poco más, pero aun así dudo, la verdad.
¿Significa eso que beber vino es mejor que beber cerveza? Pues en realidad no. La cerveza ye l vino son dos bebidas alcohólicas y el alcohol nunca es sano para nuestro organismo aunque ambas tienen sus beneficios.
Beneficios de la cerveza
- Es una bebida nutritiva
- Ayuda a proteger tu corazón
- Ayuda a prevenir los cálculos renales
- Reduce el colesterol malo
- Fortalece nuestros huesos
- Reduce el estrés
- Ayuda a mejorar la memoria
- Ayuda a la función cognitiva
Beneficios del vino
- Retarda el envejecimiento
- Un aliado para bajar de peso
- Es un potenciados para nuestro cerebro
- Trata las infecciones de las encías
- Protege contra quemaduras solares graves
- Combate el cansancio
- Aumenta nuestras endorfinas
- Limpia nuestro paladar
- Reduce el colesterol
- Mejora nuestra salud cardíaca
- Reduce el riesgo de cáncer
- Previene enfermedades que causan ceguera
- Aumenta los niveles de Omega3
- Combate infecciones urinarias.
- Reduce el riesgo de depresión
Al final todo es cuestión de gustos ¿o no?