Por fin, me decanté por el cuidado de mis dientes… y el de mi sonrisa

¿Qué soléis hacer para cuidar de vuestra salud? ¿Soléis hacer ejercicio? ¿Cuidáis de la alimentación? ¿Descuidáis algún aspecto en concreto de esa salud? La verdad es que se pueden hacer muchas preguntas en relación con este tema y hay que tomarse en serio el asunto. También entre los jóvenes, que no suelen considerar que los riesgos de la salud vayan con ellos. Como es lógico, no van a estar en las mismas circunstancias que las personas mayores, pero no deben descuidarse lo más mínimo. Se arrepentirán antes o después en caso de ser así.

Tengo que decir que mi caso personal no es precisamente el de una persona que se haya cuidado al máximo. No os voy a engañar diciendo lo contrario. De hecho, escribir este artículo es una de las maneras que he encontrado para redimirme de los errores y hacer posible que no se vuelvan a repetir. Y es que he tenido bastantes puntos de mejora en este sentido, primero porque no he cuidado de mi cuerpo como debería y segundo porque he tardado en buscar soluciones al respecto.

El aspecto concreto de la salud en el que creo que más he fallado ha sido el de la salud dental. Todavía soy una persona joven y la verdad es que no tengo grandes achaques de la edad. Quizá por eso no haya prestado demasiado interés a algunos aspectos de mi salud de los que debería haber cuidado porque son independientes de la edad, como es el caso de la salud dental. Este ha sido mi talón de Aquiles y la verdad es que me arrepiento mucho de haber tardado en darme cuenta de lo necesario que hubiese sido que hubiera cuidado de la salud de mi boca.

Seré sincero: no solía cepillarme los dientes tres veces al día. Ni siquiera solía ir al dentista de vez en cuando para saber en qué estado se encontraba mi salud dental. Tenía un problema de hábitos en este sentido y no me preocupaba lo más mínimo. No sabía que, tal y como apunta la noticia de Radio Televisión Española que os enlazo a continuación, casi la mitad de la población tiene problemas bucodentales y que yo estaba comprando todas las papeletas habidas y por haber para tener problemas de ese tipo, como se terminó demostrando más antes que después.

Tenía que hacer algo que cambiara las cosas. Y me di cuenta cuando empecé a tener dolores en mi boca. Empecé a notar que, al comer o al beber, sentía una sensibilidad dental que no era normal. Me dolían los dientes al masticar prácticamente cualquier tipo de producto. Y eso me martirizaba. Es algo que no deseo a nadie pero que sé que le pasa a mucha gente. No es algo con lo que alguien se pueda sentir cómodo. Fue en ese momento cuando empecé a buscar las soluciones que, eso sí, debería haber encontrado hacía mucho tiempo. Ni siquiera tenía una clínica dental de referencia a la que acudir, con eso os lo digo todo.

Tenía claras ciertas cosas antes de encontrar la clínica dental que estaba buscando. Quería un buen servicio, como todo el mundo, pero no solo me interesaba que mi boca tuviera un mejor estado de salud, sino que también se apostara por mi estética. Una sonrisa bonita es algo que siempre es necesario en la vida para agradar a los demás y para que la gente hable bien de ti. Y yo no sabía todavía qué era tener una sonrisa bonita. Por tanto, esta era una condición sine qua non para tomar mi decisión.

Tener la posibilidad de hacer una búsqueda por Internet hizo que tuviera varias clínicas dentales entre las que elegir para obtener esa mejora de salud dental y esa sonrisa que tanto quería y necesitaba. Estuve algunos días considerando algunas cosas y la decisión que tomé fue la de depositar mi confianza en la clínica dental Collado Villalba. Y es que llamó poderosamente mi atención el diseño de la sonrisa digital, que consistía en tener una imagen clara de cómo iba a quedar mi sonrisa después del tratamiento o tratamientos a los que me fuera a someter. Aunque es verdad que no tenía demasiada experiencia acudiendo a estos sitios, tengo que decir que eso me pareció sumamente novedoso.

Después de algunas sesiones, empecé a ver los resultados y pude comprobar que, en efecto, lo que esperaba era idéntico a ese resultado final. Por fin podía presumir de dos cosas: de tener una sonrisa bonita como la que antes no tenía y disfrutar de una salud dental que ya no estaba caracterizada por dolores constantes de muelas y de dientes, lo cual es una maravilla y suponía una auténtica novedad para mí. Lo que me pasaba por la cabeza en aquel instante era que tenía que haberme puesto las pilas en este sentido mucho antes.

Os contaré que, en los próximos meses, voy a tener un hijo con la que ha sido mi pareja durante más de una década. Y la verdad es que no voy a permitir que caiga en los mismos errores que caí yo a lo largo de mi vida. Sé que es de suma importancia que se habitúe rápidamente a cepillarse los dientes después de las comidas porque eso es lo que va a hacer que mantenga a raya a las enfermedades de corte dental. Como resultado, seguro que no padece los dolores que he tenido que padecer yo a lo largo de la vida. No obstante, ya tengo interiorizado que también le voy a llevar una vez al año al dentista porque también es importante prevenir cualquier problema y esta es la mejor manera de hacerlo.

Reflexionando sobre mi experiencia personal en lo relativo a la salud dental, quise recordar por qué me había mantenido al margen de acudir a una clínica dental durante tantos años. Llegué a la conclusión de que el miedo era lo que me había bloqueado durante todo ese tiempo. El miedo a algunas de las herramientas de las que se disponen en esos lugares… e incluso del dinero que debería desembolsar para realizar un tratamiento en caso de ser necesario. Pero la conclusión a la que he llegado ahora es que el miedo a las herramientas está injustificado porque la tecnología es más puntera que nunca y que siempre va a ser más caro un tratamiento que resuelva algunos de los problemas que hemos provocado por la falta de higiene dental que un tratamiento en el que lo que se busque sea prevenir la aparición de problemas o enfermedades bucales.

Esta consecuencia de la mala salud dental no te la imaginas 

Cuando hablamos de los problemas ocasionados por una mala salud bucodental, solemos pensar en caries, en dolor de muelas y dientes como el que tenía yo, en halitosis… Y la verdad es que no es para menos porque esas son solo algunas de las consecuencias que están directamente relacionadas con la falta de un hábito como el de cepillar los dientes o ir al dentista de manera periódica.

Muy poca gente se atrevería, en primera instancia, a relacionar una mala salud dental con la muerte. Siempre suele decirse que esta rama de la salud tiene eso como un aspecto positivo. Pero… ¿es eso verdad? La realidad es más cruda de la que os imagináis. Una noticia publicada en la página web del diario ABC en el año 2017 puso de manifiesto que una mala salud bucodental podía aumentar el riesgo de muerte precoz hasta en un 40%. El dato es realmente preocupante y deja claro que hay que cuidar de la mejor manera posible todo lo que tenga que ver con la salud dental. Y es que esta rama de la salud tiene una serie de implicaciones más grandes de lo que podemos llegar a pensar en un principio. Ya no solo es garante de una buena calidad de vida, sino que puede tener una influencia directa en la vida o la muerte.

¿Qué hubiera pasado si hubiera leído antes esa noticia? ¿Hubiera cambiado por completo mi perspectiva a la hora de valorar la importancia de la salud dental y, por ende, habría empezado a interesarme antes por ella, evitando alguno de los problemas que he tenido? Yo creo que sí, aunque reconozco que hacer conjeturas no es lo mío precisamente. Ni que decir tiene que, a veces, nos tienen que meter el miedo en el cuerpo para que reaccionemos. Esta es una de las mejores pruebas de ello.

Lo que es evidente es que hay que cuidar de la salud dental propia y de la de quienes se encuentran a nuestro alrededor. Esta rama de la salud tiene mucha importancia a lo largo de nuestro día a día y puede marcar la diferencia entre la felicidad y un estado en el que estemos lejos de ella. Por eso, hay que estar pendientes permanentemente de este tema. A fin de cuentas, solo nos llevará unos pocos minutos cada día.

 

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