El Pan de Cea, una delicia para el paladar desde tierras ourensanas

En el municipio de San Cristovo de Cea se prepara uno de los mejores panes de España, el Pan de Cea. Esta localidad de Ourense, en la comunidad autónoma de Galicia, tiene el honor de contar con uno de los cuatro panes españoles con Indicación Geográfica Protegida. Una muestra de la calidad de sus ingredientes y su extensa tradición, por lo que, a lo largo de estas líneas y teniendo en cuenta el valor de los panaderos tradicionales, en este post os vamos a enseñar como podemos hacer la receta del Pan de Cea, una fascinante delicia ourensana y, por ende, gallega.

El Pan de Cea es famoso en la comarca de O Carballiño, a la que pertenece el municipio donde se originó la receta. Elaborado con harina de trigo, son muchas las panaderías gallegas en las que adquirir este pan que suele presentarse envuelto en papel con su número de identificación de la Indicación Geográfica Protegida. Este pan se caracteriza por su forma alargada y corte a la mitad. Su miga es compacta, y sus amantes saben que dura varios días en perfectas condiciones, por lo que es idóneo para consumirlo en casa. Normalmente suele prepararse para hacer tostadas o acompañar platos típicos de la gastronomía gallega.

Pero ahora que ya conocemos un poco mejor al Pan de Cea, ¿cuáles son los ingredientes para llevar a cabo su receta? En este sentido, deberemos contar con harina blanca común (2 tazas), harina de trigo (1 taza), agua fría (1 taza y media), levadura (menos de la mitad de una cucharadita), sal marina (1 cucharadita y media), aceite de oliva y masa madre.

Con todos los ingredientes ya sobre la mesa, pasamos a la acción y comenzamos a ver como se lleva a cabo su elaboración:

  • Para comenzar hay que añadir todos los ingredientes en un cuenco a excepción del agua. Mezclamos todos bien.
  • Una vez se integren hay que verter el agua hasta formar una masa.
  • Cubrimos el cuenco con un paño o papel transparente y dejamos reposar un par de horas, incluso un día entero si disponemos de tiempo. La temperatura debe ser constante, un ambiente templado.
  • Pasado este tiempo vertemos un poco de aceite en una superficie lisa y doblamos varias veces la masa para que adquiera de nuevo consistencia. Después, volvemos a cubrir dejando subir la masa un par de horas.
  • Precalentar el horno a 200º con calor arriba y abajo. Mientras, hacer un corte a la mitad del pan después de haberle dado forma ovalada.
  • Con una hora bastará para completar esta receta de Pan de Cea, aunque como cada horno es un mundo lo mejor es estar pendiente para que no se queme ni se quede crudo.
  • Dejar enfriar sobre una rejilla. El sabor incluso se acentúa pasado un día entero.

Ya sabemos cuáles son sus ingredientes, ya sabemos cómo se hace y ahora solo nos falta conocer un poco mejor la historia de la receta de Pan de Cea. Así, en este sentido, el origen de la localidad de San Cristovo de Cea y su tradición panadera están ligados a la historia de un convento cisterciense, el de Santa María la Real de Oseira, famoso por su tradición pulpera. El monasterio desarrollaba las técnicas de panificación y de molienda, mientras que la villa de Cea le suministraba el pan. Debido a su localización en un cruce de caminos su fama le llevó a ser conocida como <<la villa del buen pan>>. En concreto ayudó a esto el paso del Camino de Santiago de la Vía de la Plata en su ramal por Sanabria. La antigüedad para la receta del pan de Cea es de 700 años, pero no ha perdido ninguna de sus propiedades.

Los otros panes con Indicación Geográfica Protegida

Además del Pan de Cea, en España existen otros panes únicos que podemos encontrar en Rincón del Segura, así como en otras muchas panaderías tradicionales de nuestro país, donde, como no podía ser menos, además del pan ourensano nos encontraremos con estos otros tres panes con Indicación Geográfica Protegida:

  • Pan de Pagès. El origen de este pan se sitúa en la Costa Dorada, y ha sido incluido a principios de 2013 dentro de la IGP, que ampara un producto respetuoso de la manera de hacer que se ha mantenido inalterable a lo largo de los últimos 100 años en Cataluña y que se fundamenta en procedimientos de elaboración lentos y en el saber hacer de los panaderos durante la cocción.
  • Pan de Cruz. De Cataluña nos vamos a Castilla La Mancha para probar el Pan de Cruz de Ciudad Real. Este pan se define como el formado por una pieza compacta y densa de trigo candeal, bregado de miga consistente y blanca, en forma de hogaza abombada, con corteza lisa, en cuya cara anterior lleva dos profundos cortes perpendiculares en forma de cruz, de la que toma su nombre.
  • Pan de Alfacar. Para finalizar nuestra vuelta por los panes IGP españoles nos desplazaremos a Alfacar, un municipio perteneciente a la provincia de Granada. De allí es el Pan de Alfacar, un pan tradicional a base de harinas de trigo, masa madre natural fermentada en la zona de elaboración, agua del manantial de Alfacar, levadura de panificación y sal.

Y, por supuesto, con estas galletas con trigo sarraceno, muy conocidas a nivel nacional.

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