La Costa Blanca es una de las zonas más turísticas del Mediterráneo español. La Costa Blanca es el nombre que recibe la zona de la provincia de Alicante bañada por las aguas del Mediterráneo. Comienza en Dénia y finaliza en Pilar de la Horadada (Alicante).
Son muchos los municipios turísticos que forman parte de la Costa Blanca como Benidorm, Elche o Torrevieja. Pero en este artículo nos vamos a centrar en los pueblos más bonitos de esta región, aquellas localidades perfectas para pasar unas increíbles vacaciones de verano o a las que debes hacer una excursión durante tu estancia en la Costa Blanca.
Para llegar hasta la costa podemos hacerlo por varias vías, desde el tren o el transporte privado hasta el avión y nosotros recomendamos este último medio de transporte porque el viaje se realiza en cuestión de 40 minutos de media desde cualquier aeropuerto español y podemos llegar hasta la misma capital de provincia, desde donde nos podemos mover cómodamente. Además, nuestro equipaje puede llegar directamente al alojamiento de destino con empresas como Maletas por avión, por lo que todo son ventajas.
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Jávea
Jávea es un municipio costero de unos 27.000 habitantes que ofrece mucho más que sol y playa. Son muchos los reclamos turísticos de esta localidad como sus preciosas calas de agua turquesa como la Cala Granadella o Cala la Barraca, el Parque Natural del Montgo o su precioso casco antiguo que conserva su arquitectura medieval. Los principales edificios que debes visitar son el Mercado de Abastos, la Iglesia de San Bartolomé o el Ayuntamiento. Pero para descubrir Jávea lo mejor es dejarse perder en sus calles y disfrutar de sus magníficas playas y calas.
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Dénia
Dénia es un destino ideal de playa, pero son muchos los alicientes para pasar las vacaciones en esta localidad. Los principales reclamos turísticos son su castillo, la Torre del Gerro y el barrio marinero conocido como “Baix la Mar”. Además, destacan sus famosas fiestas del Bous a la mar y su rica gastronomía. Las fiestas del Bous a la Mar se celebran durante la segunda semana del mes de julio y son famosas por sus espectáculos taurinos en los que en muchas ocasiones el toro acaba en el mar. Sobre la gastronomía Dénia cuenta con gran fama, tanto que fue declarada por la UNESCO como “Ciudad Creativa de la Gastronomía”.
En definitiva, Dénia es un lugar perfecto para pasar las vacaciones de verano para desconectar de la rutina y disfrutar de sus playas. Si optas por esta localidad para tus vacaciones te recomendamos que te instales en cualquiera de sus hoteles, pero si viajas en familia otra opción ideal sería optar por un apartamento vacacional. “Los apartamentos vacacionales aportan libertad y cuentan con instalaciones completas y en la mayoría de casos con piscina”, indican desde Romer Playa Inmobiliaria que cuenta con un amplio catálogo de casas en Denia para alquiler de corta estancia o vacacional.
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Calpe
Calpe es otro de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca. Cuenta con unas playas maravillosas para disfrutar del clima mediterráneo, pero en esta localidad hay muchas más cosas que hacer además de ponerse moreno.
Hay que señalar que el principal sello identificativo de esta localidad alicantina es el peñón de Ifach, un peñón de unos 300 metros de altura que destaca sobre el paisaje de Calpe y el Mediterráneo. Pero además del peñón en Calpe hay otras visitas obligadas. Te recomendamos pasear por su casco antiguo y visitar los Baños de la Reina, un yacimiento arqueológico romano ubicado junto a la orilla del mar. Otro lugar imprescindible si visitas Calpe son las salinas, un enclave natural precioso que es hogar de muchas aves. Además, si te apasiona la arquitectura te recomendamos ver la Muralla Roja, un edificio de apartamentos diseñado por Ricardo Bofill.
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Altea
Altea es un pueblo con encanto ubicado en la Costa Blanca. En esta localidad te recomendamos pasear por sus empedradas calles y disfrutar de sus preciosas vistas desde alguno de sus miradores como el Mirador de Portal Vell. Tampoco deberías irte sin visitar la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, un edificio que cuenta con dos cúpulas de tejas azules que son visibles desde todo el municipio y que se han convertido en uno de sus símbolos. Y la última recomendación es cuanto menos curiosa, y se trata de la iglesia ortodoxa rusa San Miguel Arcángel, que es el primer templo de la Iglesia ortodoxa rusa construido en España.
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Alfaz del Pi
Alfaz del Pi es otro de los pueblos que no podían faltar en esta lista. En esta localidad alicantina destacan sus playas, pero también la cultura y es que en Alfaz del Pi se celebra el Festival de Cine Internacional que cada año reúne a estrellas de la pantalla en una completa semana dedicada al séptimo arte. Aunque Alfaz del Pi es mucho más que sus playas y su festival de cine. Las visitas obligadas en este pueblo son Faro del Albir y el Parque Natural de la Serra Gelada.
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Santa Pola
Y el último pueblo de esta lista, que no por ello menos bonito, es Santa Pola. ¿Y qué ver en esta localidad alicantina? Pues te lo vamos a indicar a continuación. Paradas obligatorias son el castillo fortaleza y el Parque Natural de las Salinas, zona declarada de especial protección para las aves que en algunas épocas del año se pueden ver aves tan preciosas como flamencos. Otras visitas recomendables son el Parque del Palmeral, que cuenta con las ruinas de una antigua villa romana; la ermita del Calvario o el Cabo de Santa Pola.
Además, si cuentas con tiempo porque vas a pasar varios días en esta localidad te recomendamos visitar la isla de Tabarca, la única isla habitada de la Comunitat Valenciana. Esta isla se encuentra a unos 8 kilómetros de Santa Pola. Esta isla cuenta con historia, en el pasado un refugio de piratas berberiscos y posteriormente Carlos III fortificó la isla para dar cobijo a varias familias de Génova que estaban cautivas en la ciudad de Tabarka (Túnez). Ahora, su núcleo urbano ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Pero no solo por su historia merece la pena visitar Tabarca, también porque sus aguas son Reserva Marina del Mediterráneo por su calidad y biodiversidad de su flora y fauna.
En definitiva, estos son los pueblos más bonitos de la Costa Blanca a nuestro juicio. Por supuesto, no son los únicos destinos de la zona que merecen una visita.