Tenemos que ser conscientes de que la situación que hemos venido viviendo durante los últimos años ha condicionado nuestra vida y lo va a seguir haciendo por mucho que no nos guste. Y es que la pandemia va a cambiar muchas cosas. La verdad es que, aunque hayamos recuperado buena parte de la vieja normalidad, habrá cosas que no van a ser exactamente iguales que lo que eran antes del mes de marzo de 2020. Es algo que nadie duda a pesar de que la situación se ha estabilizado bastante desde el año pasado.
Una de las cosas que podemos ver que ha cambiado, especialmente si vivimos en una gran ciudad, es que el transporte público es uno de esos lugares en los que no ha cambiado la obligatoriedad en el uso de la mascarilla. Nos gustará o no, pero es lo que ha venido siendo recomendado por parte de las autoridades sanitarias españolas y es lo que debemos cumplir a rajatabla. Hay que tener en cuenta que el coronavirus sigue existiendo y que nos va a acompañar a partir de ahora en todo momento, así que hay que prevenir en la medida de lo posible todo lo que tenga que ver con él, aunque ya estemos vacunados.
En una noticia que publicó la página web de la agencia de noticias EFE en mayo de este mismo año aseguraba que, en una cumbre celebrada a causa del problema ocasionado por el coronavirus, se había destacado que la pandemia no había acabado ni mucho menos a pesar de que no hay restricciones prácticamente en ningún lugar del mundo a estas alturas. Esta es una de las pruebas que deja claro que el virus ya convive con nosotros y que lo va a seguir haciendo a partir de ahora.
No es de extrañar, por tanto, que la gente siga comprando artículos que van destinados a la protección personal contra la pandemia. Si miramos atentamente a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que hay una gran cantidad de personas que todavía usan mascarilla incluso en lugares en los que no es obligatoria. Lo mismo ocurre con todo lo que está relacionado con el gel hidroalcohólico e incluso con los guantes. Está claro que hay muchas cosas a las que ya nos hemos acostumbrado con la pandemia y que vamos a seguir asumiendo como vigentes por mucho que no sean de uso obligatorio.
Hay muchas personas que, a pesar de que saben que la pandemia ha sido dada como finalizada por parte de las autoridades públicas, han decidido seguir manteniendo unas ciertas medidas de seguridad. Ese número es más alto de lo que podríamos llegar a pensar según lo que nos han indicado los profesionales de Chiwawap en una charla reciente. Y es que, sobre todo en lo que tiene que ver con las mascarillas, la venta sigue siendo bastante potente incluso ahora que no son obligatorias en prácticamente ningún sitio.
La gente más mayor, la más concienciada al respecto
La mayoría de las personas que adquieren material para mantenerse libres de coronavirus son personas mayores. No nos extraña en absoluto que tengan toda la intención de protegerse ante las consecuencias del coronavirus: ya sabemos que son las personas que pueden sufrir la peor parte de un contagio y que, por ende, son quienes deben tener un mayor cuidado con todo lo que rodea a este asunto. Bajar la guardia puede ser falta en este sentido incluso aunque estemos vacunados. Y es que, como dice el refrán, es mejor prevenir que curar, aunque solo sea en determinados casos como la aglomeración de gente.
Seguramente, va a existir un determinado volumen de personas que continúe protegiéndose ante el coronavirus por muchos años que pasen. Y es que es lógico que haya personas que tengan una mayor concienciación ante el peligro que eso supone. Para todas ellas, debe seguir existiendo una manera de protegerse y de mantenerse a salvo de cualquier posible contagio. Por eso debe seguir existiendo una oferta de productos higiénicos como mascarillas o gel hidroalcohólico. Las empresas que suministran estos productos siguen teniendo todavía a día de hoy una gran responsabilidad para con la sociedad.
Está claro que la situación que hemos vivido ha sido lo suficientemente complicada como para que marque la vida de las personas. Mucha gente ha padecido muchos problemas como consecuencia del Covid, y podríamos decir que esas personas se pueden dar por satisfechas teniendo en cuenta el gran volumen de personas que han fallecido en todo el mundo como consecuencia de haber contraído la enfermedad. Nadie tiene que mirar mal a nadie cuando procura cuidar de sí mismo o de los suyos. No hay que olvidarlo.
