Todo el mundo sabe lo que es una pérgola. Más o menos tiene una idea predeterminada en su cabeza sobre lo que es este elemento muy utilizado en terrazas y jardines. Lo que a lo mejor no se tiene tan claro es que es eso de las pérgolas bioclimáticas que lleva unos años poniéndose de moda en el sector de los cerramientos y acondicionamiento de patios y jardines. Pues bien, como nadie nace aprendido, vamos a aprender juntos sobre este tipo de elementos decorativos entre otras cosas. Puesto que su finalidad es la de proporcionar sombra en un espacio concreto y proteger a los que se sienten bajo la misma, haciendo alarde de un bonito diseño.
Las pérgolas bioclimáticas son unos elementos capaces de regular de manera natural la temperatura del interior, al tiempo que canaliza las aguas pluviales drenando el aguan gracias a su particular estructura. Es posible incorporar en las mismas, acondicionamiento motorizado para que su uso sea más sencillo, si cabe. Su nombre se le concede debido a que su diseño se realiza de acuerdo al concepto bioclimático. Este concepto se basa en la creación de estructuras y soluciones basadas en las condiciones climáticas, de tal manera que puedan aprovecharse para beneficio propio. Por lo tanto, las pérgolas bioclimáticas se adaptan a climatología y las condiciones meteorológicas de la zona en la que se colocan en la cual se elevan cuando es necesario. De esta manera, sacan provecho de elementos externos como los rayos del sol, la lluvia o el viento. Al mismo tiempo, este tipo de estructuras, disponen de sistemas de desagüe, diseñados para evitar la acumulación de aguan en su parte superior.
Empresas como Alutecnic Balear, como expertos en cerramientos y carpintería de aluminio, ofrecen a sus clientes la posibilidad de adquirir este tipo de pérgolas. Razón por la que no hemos dudado en contactar con ellos para obtener información de primera mano sobre los tipos, ventajas e inconvenientes que presentan las pérgolas bioclimáticas.
Pérgolas y más pérgolas
Dentro del universo de las pérgolas, antaño una estructura metálica con una tela para proporcionar un espacio acogedor, podemos encontrar diversos tipos para satisfacer las necesidades y gustos de cada persona. En lo que a pérgolas bioclimáticas respecta, los tipos son dos de los cuales vamos a hablar a continuación.
En primer lugar, encontramos las pérgolas bioclimáticas de lamas orientables. Las más populares y utilizadas. El cerramiento superior se compone de lamas que giran en torno a un eje, lo que permite que estás se posicionen de diversas formas, permitiendo cerrar el paso de la lluvia o la nieve, abrir ranuras para favorecer la ventilación cuando hace calor, etc.
Por otro lado, encontramos las pérgolas bioclimáticas de lamas fijas, muy habituales en los establecimientos de hostelería como las terrazas de los bares y restaurantes, espacios destinados a celebración de eventos, etc. Estas son más robustas y resistentes, por lo que son más adecuadas para las zonas en las que es frecuente que se produzcan nevadas y aguaceros.
A la hora de decantarse por uno u otro de los tipos de pérgola hay que tener en cuenta una serie de factores como la ubicación, el espacio a cubrir, el presupuesto, etc. Uno de los aspectos más relevantes es el precio que tienen las pérgolas bioclimáticas. Se trata de estructuras costosas que suponen una excelente inversión, sobre todo para cerrar grandes espacios y mantener una buena temperatura en su interior.
Si tienes la intención de colocar una pérgola y antes de pasar a conocer los pros y contras que ofrecen, debes tener en cuenta los factores determinantes que permitirán que tomes la decisión más acertada sobre la pérgola bioclimática que vas a instalar.
En primera instancia, el espacio. Determinar el espacio en el que colocar la pérgola determinará las dimensiones de la misma. Lo más recomendable es colocar una pérgola en zonas concretas y no en todo el jardín por extenso que sea. Luego, hay que prestar atención al material con el que se construye la pérgola. Existe una gran variedad de opciones que, aun dando en general unos excelentes resultados, las que mejor respuesta ofrecen son las de aluminio. Esto debido a su ligereza y resistencia.
El diseño y los complementos son otros de los factores a tener en cuenta. Aunque los profesionales, señalan más la importancia de los complementos y accesorios que del diseño en sí. Existen pérgolas automáticas que funcionan sin la necesidad de que haya que orientar las lamas, con paneles de vidrio, sistemas correderos de lamas, persianas o estores, e incluso, celosías. Por otro lado, se pueden colocar elementos de iluminación como luces led regulables con opciones de color, bombillas de bajo consumo o bandas strip-led. Por si con esto no fuera suficiente, existe la posibilidad de integrar en las pérgolas bioclimáticas altavoces por Bluetooth, barras de sonido, calefactores y hasta nebulizadores de agua.
Todos estos accesorios y añadidos, se integran con la finalidad de ofrecer a los usuarios una experiencia de confort excelente dentro de la pérgola. Creando un espacio ideal para la desconexión y el descanso, al mismo tiempo que permite disfrutar de otras opciones de ocio, como leer un libro, ver la tele o tomar algo con los amigos.
Ventajas, inconvenientes y otras cosas de pérgolas bioclimáticas
Como estamos viendo, las pérgolas bioclimáticas son una excelente opción para gozar de un espacio aclimatado en cualquier lugar y zona. Ideal para cerrar terrazas de bares y encontrar un espacio perfecto para sentarse en cualquier momento. Adecuado para las terrazas y jardines particulares donde disfrutar de las vistas cuando las adversidades de la climatología no lo permiten.
Sin embargo, aunque esto sea así, no dejan de estar exentas de inconvenientes. Por lo tanto, antes de proceder a elogiar las virtudes de las pérgolas bioclimáticas, vamos a resaltar sus aspectos negativos, aquellos que también hay que tener en consideración antes de lanzarse a la pergolamanía.
Lo primero que hay que saber, es que no siempre es posible instalar una pérgola bioclimática. Aunque no se trata de un elemento que amplié necesariamente los metros cuadrados de una vivienda, se trata de elementos fijos que requieren de unos cimientos estables. Esto hace que se trate de unas estructuras no móviles, lo que para algunos ayuntamientos hace imposible su instalación. Antes de lanzarse a instalar una pérgola, no está de más, acercarse al ayuntamiento a informarse.
En la misma línea, hay que ser consciente de que requieren de un terreno firme y bien nivelado para poder colocarlas. El terreno puede presentar un inconveniente, puesto que, por tratarse de estructuras grandes y pesadas, no pueden colocarse en cualquier lugar. Es importante contar con una solera de hormigón que soporte el peso y en la cual lo anclajes puedan afianzarse bien. En según qué terrenos, esto puede suponer una obra importante con un incremento de los costes.
Hablando de costes, el precio de una pérgola no es ninguna tontería, la media oscila los dos mil quinientos euros. Precio que puede duplicarse e incluso, multiplicarse, en función del material, tamaño y los extras.
Como mal menor pero a tener en cuenta, se comen parte del espacio, puesto que se trata de estructuras muy invasivas, además de necesitar una instalación profesional.
Lo cierto es que estos inconvenientes son muy negativos, desde luego. Sin embargo, sabiendo esto, es momento de conocer las ventajas que ofrece contar con una pérgola bioclimática en el jardín. Si se dispone del espacio suficiente, no hay problemas para instalar la pérgola en el terreno y este es adecuado, presta atención a lo que puedes obtener.
Un aumento de las horas de uso del jardín. Evidentemente, gracias a la pérgola bioclimática, es posible utilizar el jardín muchos más días al año y durante más horas. Dado que ofrecen protección frente al sol, la lluvia y el viento, es posible pasar tiempo en el exterior y hasta aprovechar la zona como comedor o sala de estar.
Las lamas orientables, se regulan fácilmente, lo que permite ventilar la zona, dejar paso al sol, cerrarlo a la lluvia y protegerse del viento. Las más básicas cuentan con sistemas manuales, pero las más avanzadas, disponen de motores que facilitan la tarea.
Cuentan con infinidad de diseños, elegantes y capaces de adaptarse a cualquier espacio. Los materiales, colores y acabados pueden personalizarse para que armonicen con la carpintería de la vivienda.
Además, revalorizan las viviendas en las que se instalan de cara a su venta o alquiler. Por último, permite el acristalamiento, colocando cerramientos laterales de vidrio que posibilitan disfrutar del espacio todavía más.
En definitiva, una pérgola bioclimática es una excelente opción si dispones del espacio y terreno necesario que permita su instalación. Proporciona un valor añadido al jardín en el que se instale, pues hace posible disfrutar de esta zona de la casa en cualquier momento del año. Si bien es cierto que en caso de no disponer del terreno adecuado es imposible instalarla. El coste medio, supone una inversión en bienestar y siempre se amortiza debido al uso que se le da a este tipo de instalaciones. Lo esencial es disponer del terreno y los permisos adecuados y, a partir de ahí… elegir lo que más se adapte a cada uno.