Siempre hemos defendido que viajar es una de las mejores maneras que tiene y tendrá el ser humano de disfrutar de sus momentos de ocio y de desarrollarse tanto cultural como socialmente. La verdad es que esta es una opinión bastante compartida por todas aquellas personas que suelen viajar varias veces durante el año y eso, como es natural, quiere decir algo. A nadie le cabe la menor duda de que viajar es algo recomendable para todo el mundo y que las ventajas que están asociadas a ello no cabrían en un papel, por muy grande que este fuera.
Desde luego, parece que después de la crisis económica que caracterizó nuestro día a día desde 2008 hasta 2016 hemos vuelto a recuperar las ganas de viajar. En el año 2019, según lo que indica la noticia de Europa Press que os vamos a dejar a continuación enlazada, los españoles y españolas viajaban entre dos y tres veces al año e iban a gastar un 15% más en sus viajes. Esta es una buena noticia en dos sentidos: el primero, que esos viajes van a ser más satisfactorios y, el segundo, que se va a seguir potenciando el sector turístico español (la mayoría de gente prefiere quedarse en España de vacaciones).
Otra noticia, en este caso publicada en la web de EP Data, ofrecía algunos datos en referencia al lugar al que nos desplazamos de vacaciones. La verdad es que, como podéis ver en algunos de esos datos, está todo bastante repartido. Y es que son muchas las personas que apuestan por destinos como Canarias, Galicia, la Comunidad Valenciana… y también son muchas las que se quedan en otro tipo de lugares que no tienen costa (véase Castilla La Mancha o La Rioja). Cualquier forma que encontremos para descansar es buena. La playa no es lo único que incita al turismo.
Peligros asociados a los viajes
Sin embargo, hay algún peligro que está asociado a los viajes y que tiene que ver de una manera directa con la salud. Cuando viajamos, tendemos a olvidarnos de algunas cosas como comer sano, practicar algo de deporte o lavarnos los dientes. Y esta última es una de las cuestiones que más nos preocupa. No cuesta nada llevarse un cepillo de dientes con pasta cuando salimos de viaje, de hecho la mayoría de la gente lo hace. Pero nos relajamos tanto que, en muchas ocasiones, se nos va el santo al cielo y no cuidamos de nuestra boca como deberíamos.
Entre la población española es bastante habitual que la salud dental sea un poquito peor cuando volvemos de vacaciones en comparación con el periodo anterior a las mismas. Así nos lo han hecho saber los profesionales de Gabel Dental, que nos han indicado que uno de los picos de trabajo del año llega cuando, en el mes de septiembre, se empieza a recobrar cierta normalidad. Está claro que esto es evitable y que la obligación de todos los que podemos hacerlo es difundir este tipo de información para que nadie baje la guardia durante sus días de asueto y descanso.
Es cierto que hay muchos tipos de viajes y que no en todos se producen estos problemas. Si nuestro viaje consiste en una escapada de fin de semana, parece lógico pensar que el daño que se produzca en nuestra boca si no cuidamos de ella durante ese tiempo va a ser inferior. Pero si, como ocurre en verano, nos vamos un par de semanas, el peligro puede ser mayor. En cualquier caso, lo mejor es que cuidemos de nuestros dientes, sea cual sea el destino y la duración de nuestro viaje. No hay excusas que valgan.
La Navidad, otro problema
Las fechas que acabamos de pasar también implican problemas en lo que tiene que ver con nuestra salud dental. Durante la Navidad, también somos muchos los que nos desplazamos para visitar a nuestra familia. Y eso también nos invita a relajarnos. Además de eso, y por si fuera poco, tenemos el problema extra de que han sido fechas en las que, por lo general, no hemos cuidado demasiado del tipo de productos que be.ls consumido. Y claro, eso también incide en la salud de la que dispongamos en la boca.
Lo que nadie puede discutir es que, si no cuidamos de una manera continua de nuestra boca, vamos a tener problemas tarde o temprano. Hay muchos casos que así lo confirman y que, desde luego, nos deben servir de antecedente. Hay que tomarse esto muy en serio porque, de lo contrario, nos vamos a arrepentir. Y creemos que ese no es precisamente el deseo de la mayoría de la población española. Trabajemos todos, por tanto, en hacer posible que los problemas de nuestra boca nunca sean tales.