Distimia: la depresión crónica

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la depresión, es una de  las enfermedades mentales que más afecta a la población mundial. A la zaga del grupo de los trastornos de la ansiedad, la depresión afectaba, según datos de dos mil diecinueve, a doscientos ochenta millones de personas. Estos datos, inevitablemente han sido superados tras la pandemia.

Las enfermedades mentales están cada vez más presentes en el día a día. El cuidado de la salud mental, cada vez cuenta con mayor relevancia en la sociedad, alejándose de los tabúes y miedos generados a la hora de asumir o aceptar que se padece algún tipo de trastorno.

Muchos de estos problemas de salud que afectan a la mente, son difíciles de diagnosticar. Los síntomas se asumen como rasgos normales de la personalidad, por lo que la persona que los sufre, vive en estados perpetuos de malestar. Uno de estos trastornos, encuadrado dentro del grupo de los trastornos del estado de ánimo, es la citada depresión. Dentro de este trastorno, ampliamente conocido y afincado en la sociedad, podemos encontramos con la distimia.

Para conocer mejor este término y su significado, hemos consultado a los profesionales de Psicóloga Zaragoza, donde nos han hablado del concepto, las causas y las soluciones de este trastorno.

Ante las patologías mentales, hay que mantener la calma y buscar la ayuda necesaria. Para ello, es fundamental conocer algunos de los síntomas que causan este tipo de enfermedades. Identificarse con alguno de ellos, debe ponernos en alerta para averiguar si padecemos algún trastorno mental o se trata de algo momentáneo. Al igual que sucede con las enfermedades físicas, la ausencia de diagnóstico y tratamiento, puede agravar la situación y los síntomas.

Los trastornos mentales son muchos, la mayoría cuentan con síntomas comunes por lo que es fácil confundirlos. En numerosas ocasiones, alguno de esos síntomas son rasgos que una persona común puede tener bien definidos sin suponer un problema, de ahí la importancia de acudir a un especialista a la menor señal. Un profesional, sabrá definir con exactitud si se trata de algo patológico o no.

En el caso de la distimia, la actitud pesimista de quien la sufre, puede dar lugar a error y pensar que la persona, simplemente, es negativa.

Qué es la distimia

Este trastorno particular del estado del ánimo es una forma de depresión en grado más leve, pero de mayor duración. Otra forma de denominarlo es trastorno depresivo persistente. Al igual que puede suceder con otro tipo de patologías físicas crónicas, los episodios no son tan profundos como en una depresión mayor. Aunque, padecer distimia puede contar con episodios de depresión mayor en algunas ocasiones.

Para entender que es la distimia, hay que tener presente que se trata de un trastorno que afecta al cuerpo, al estado anímico y a los pensamientos. Afecta a la alimentación, al sueño, al pensamiento sobre las cosas y al propio sentir. No se trata de infelicidad o tristeza. No es síntoma de debilidad o algo que se pueda manejar libremente. La distimia no es una elección, es una cárcel que limita a quien la sufre. Reponerse de una depresión, en el grado que sea, requiere de un tratamiento que ayude a la persona a recuperarse y salir de ese estado depresivo.

Las mujeres son mas proclives a padecer distimia que los hombres, afectando al sexo femenino dos veces más que al masculino. Algunas personas afectadas pueden a su vez padecer depresión o incluso trastorno bipolar.

No existe un condicionante claro para este tipo de depresión. Las causas no están definidas, aunque los profesionales de la salud mental, considera que es el resultado de una serie de desequilibrios químicos en el cerebro.

Siendo así, pueden ser muchos los factores que contribuyen a padecer esta patología. Entre ellos, factores ambientales, psicológicos, biológicos y genéticos. Traumatismos o estrés crónico se vinculan igualmente a este problema. Del mismo modo que se considera la posibilidad de que se trate de una patología hereditaria, aunque todavía no se han vinculado genes a la misma.

Síntomas de quien padece distimia

Uno de los rasgos característicos de la distimia es la levedad de sus síntomas en comparación con la depresión mayor. No obstante, pese a esa levedad, su duración es mayor denominándose crónica. Como ocurre con cualquier tipo de enfermedad, sea física o psíquica, los síntomas pueden variar de una persona a otra, incluso un mismo síntoma, puede experimentarse de manera muy diferente en cada individuo. Dentro de los síntomas más evidentes de la distimia, la persona puede padecer los siguientes:

  • Sufrir sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad y vacío.
  • Disminución de la capacidad de concentración, pensamiento y la toma de decisiones.
  • Falta de energía para hacer las cosas.
  • Suelen sentir el cansancio asociado a la fatiga.
  • Los sentimientos de desesperanza están muy presentes en su mente.
  • Sufrir cambios de peso o de apetito, tanto por comer demasiado como por comer mal y poco.
  • Son habituales los cambios en los patrones del sueño: sueño irregular, imposibilidad de conciliar el sueño, despertar de madrugada o dormir demasiado.
  • La baja autoestima es también uno de los síntomas que puede padecer una persona con distimia.

Llegar a la conclusión de que se sufre distimia no es fácil. Para diagnosticarla, los adultos deben padecer este estado de animo depresivo durante al menos dos años (uno en el caso de los niños), unidos a dos de los síntomas mencionados. La mayoría de los síntomas son similares a los que cursan otras enfermedades mentales, por lo que es imprescindible contar con atención medica para hacer un diagnóstico certero.

Diagnóstico y tratamiento de la distimia

Son numerosas las ocasiones en las que la depresión se desarrolla a raíz de padecer otras enfermedades como las que afectan al corazón o el cáncer. Los trastornos de la ansiedad o el abuso de ciertas sustancias, pueden inducir estados depresivos. En el caso de la distimia, dado que los síntomas, claramente depresivos, son leves, las personas que la padecen se acostumbran a ellos y no piensan en buscar ayuda. En cierto modo, asumen su realidad como tal y conviven con ella. Por ello, el diagnóstico y su tratamiento precoz, son la calve para la recuperación.

Para diagnosticar distimia solo es necesario buscar ayuda y acudir a un profesional cualificado que, tras un exhaustivo examen psiquiátrico y  una historia clínica, decidirá cual es el tratamiento de acción correspondiente.

Existen dos tipos de tratamiento que pueden combinarse para una mayor efectividad y rapidez: farmacológico y terapéutico.

Los medicamentos para tratar la depresión son numerosos, existen diversos tratamientos farmacológicos según la gravedad o el paciente en particular. Se requieren de cuatro a seis semanas para que los antidepresivos alcancen todo su efecto y posteriormente debe seguirse la pauta de medicación hasta que el especialista lo determine. Es importante no dejar la medicación, aunque parezca no tener ningún efecto, ocasionalmente hay que cambiar medicamentos o combinarlos para obtener los resultados deseados.

Es muy habitual tratar la distimia con terapia cognitivo conductual o interpersonal. Estas terapias psicológicas se centran en la modificación de la visión que el paciente tiene del entorno y de uno mismo. Trabaja a su vez la mejora de las habilidades para relacionarse y la identificación y manejo de los factores que generan estrés.

La distimia es un trastorno que suele prolongarse en el tiempo. Pudiendo llegar a durar más de cinco años, hasta lograr la recuperación. Los tratamientos suelen ser a largo plazo y es necesario seguirlos para salir del estado depresivo.

Mientras se prolongue el tratamiento y este vaya dando resultados, es importante tener en cuenta algunos puntos para sentirse mejor:

  • Ante un estado deprimido que se prolonga en el tiempo, buscar ayuda lo antes posible.
  • Establecer metas realistas y no asumir demasiada carga, evitan la frustración.
  • Dividir las tareas, establecer prioridades y hacer lo que se pueda cuando se pueda. No forzarse.
  • Apoyarse en otras personas y confiar en ellas.
  • Realizar tareas que te hagan sentir mejor. Actividades como ir al cine, practicar hobbies o ayudar a otras personas.
  • Practicar ejercicio físico de forma regular.
  • Tener paciencia ante la mejora del estado de ánimo, no esperar que mejore de inmediato.
  • No beber alcohol ni consumir drogas.
  • Posponer la toma de decisiones importantes hasta que desaparezca el estado depresivo.
  • Recordar siempre que es difícil salir de la depresión, pero se puede sentir un poco mejor cada día.
  • Dejarse ayudar.

Con estas pautas, se contribuye a mantener un poco a raya esos pensamientos negativos y depresivos habituales en la distimia. Modificar paulatinamente esas conductas y formas de ver la vida, es una de las claves para salir de ese estado. Para lograrlo, la terapia es fundamental, el apoyo de familiares y amigos y en muchos casos, los medicamentos, son el pilar para poder salir del pozo.

Es fácil pasar por alto este estado depresivo y no acusarlo como lo que en realidad es. Sin embargo, prestar especial atención al desanimo, la apatía y la desgana, acompañado de la falta de motivación y la irritabilidad, puede determinar la duración de la distimia. Algunas personas son así porque sí, pero la mayoría, lo son por algo. Ese algo, puede ser distimia.

 

Comparte:

Facebook
Twitter
LinkedIn

COMPARTE

Facebook
Twitter
LinkedIn

ÚLTIMOS ARTÍCULOS

Artículos relacionados

Cómo elegir escuela de música

Existen en nuestras ciudades multitud de pueblos que tienen muchas variedad y oferta de actividades extraescolares para todo tipo de gustos, lo que puede hacer que dudemos sobre qué clase de actividades podemos elegir para

Cómo elegir bien profesor de canto

¿Cómo elegir un buen profesor de canto? Pues no es tan sencillo como elegir un al azar, al menos si quieres tener garantías de acertar. ¿Qué es la “técnica vocal” y cómo se trabaja? La